Inversiones y Fiscalidad de las Criptomonedas

Tenemos muchos tipos de lectores, están los emprendedores, los inversores, los ahorradores, los nómadas digitales y, por supuesto, los que invierten y tienen negocios basados en la criptomoneda.
Joseph lleva ya muchos años usando y negociando con los diferentes tipos de criptomoneda, por supuesto también Bitcoin, y hoy ha conseguido plasmar una buena parte de lo que sabe sobre este campo.
Hemos publicado uno de esos artículos que creemos puede convertirse en uno de los pilares básicos para toda persona que en algún momento use la criptomoneda, especialmente lo que concierne a la fiscalidad del bitcoin y demás criptomoneda.
Por supuesto, existen muchos artículos sobre Bitcoin y otras criptomonedas, pero no hay ninguno que los mire tan a fondo como este y desde una perspectiva internacional prestando especial atención al aspecto del comercio, anonimidad, inversión y fiscalidad.
Índice de contenidos:
Bitcoin como vínculo de unión
Sobre las bolsas de intercambio, monederos online y offline
Anonimizando con el Bitcoin Mixer
Criptomoneda e impuestos, evita quedarte en la zona gris
Fiscalidad del Bitcoin y la criptomoneda en España
Otro ejemplo: fiscalidad en Portugal
Invirtiendo con criptomoneda
La minería de cripto
Cuentas de ahorro para criptomonedas
El P2P Lending (préstamo de criptomonedas)
HYIP (High Yield Investment Portfolio)
Apuestas con Criptomonedas
Bolsas de intercambio – Trading de criptomoneda
¿Nos encontramos ante una burbuja parecida a la de las punto com?
Criptomonedas con futuro
Sacando los beneficios de la inversión en criptomoneda: empresa, cuenta, seguridad jurídica
Cada vez son menos los que todavía dudan de que las criptomonedas han llegado para quedarse.
Hoy en día puedes usar Bitcoin tanto en tu vida privada como para los negocios e incluso los Estados, que hasta hace poco habían ignorado las criptomonedas, han empezado a dedicarles su atención (por supuesto, como ya ocurrió con el internet, para peor).
Ya hace tiempo que vengo hablando de las criptomonedas. Todavía recuerdo los tiempos en 2011, en los que te regalaban 5 Bitcoins (con un valor actual de unos 50.000€) si te instalabas el Wallet. Eso sí, hay que tener en cuenta que por aquel entonces introducirse en el Bitcoin era muchísimo más complicado que ahora.
No existían Wallets (monederos) de uso sencillo para los diferentes sistemas operativos. En aquellos tiempos del Bitcoin dependías de Windows y quizás Linux y suponía una gran inversión de tiempo y esfuerzo el uso del Bitcoin, sobre todo desde el punto de vista técnico.
Todavía me acuerdo del móvil que me robaron en 2012 y del que no tenía ninguna copia de seguridad. En el tenía 5 Bitcoins, por aquel entonces no eran nada, pero hoy, un buen sueldo anual…
En 2014 escribí en la universidad mi trabajo de licenciatura sobre el tema Self-Governance con criptomoneda. A los académicos por supuesto no les gustó, por supuesto, tampoco lo entendieron, pero al menos puedo decir que he resultado tener razón en la mayor parte de mis pronósticos. Si te interesa el escrito y entiendes alemán, puedes descargarlo aquí.
Como adelantaba, hoy quiero dar un paso más y hablar de la criptomoneda como inversión. Yo mismo estoy muy activo e invierto en los diferentes tipos de criptomoneda, de forma que al final me enfrento directamente con un montón de problemas.
Además, cada vez son más los clientes que asesoramos sobre esta temática, gente que de la noche a la mañana se han hecho ricos y no saben lo que hacer con sus Bitcoin o Ethereum, tampoco cómo convertirlos a otras divisas o qué aspectos tributarios han de tener en cuenta.
Este artículo no pretende ser una introducción a la criptomoneda. Presupone un conocimiento mínimo de la materia, ya que está dedicado a aquellos que ya han empezado a invertir y comerciar con ella y lo hacen con cierto éxito. Si necesitas Este conocimiento base puedes conseguirlo buscando en internet “bases del bitcoin” o “cómo funciona la criptomoneda”.
He escrito el artículo a lo largo de varios meses y ha tardado dos meses más en traducirse, de forma que es probable que en el rápido mundo de la criptomoneda haya habido cambios. En el momento en el que escribía la primera palabra el Bitcoin estaba a unos 3.000 euros, desde entonces ha triplicado su valor y durante su traducción, ha vuelto a caer.
Ahora, es sin duda un buen momento para publicar.
Bitcoin como vínculo de unión
Es imposible hablar de criptomoneda sin hacerlo también sobre el Bitcoin. Bitcoin es (de momento) la criptodivisa con mayor capitalización de mercado y aparece en los libros de historia como la primera criptomoneda.
En el momento de redacción de este artículo (téngase en cuenta los rápidos cambios en este mundo) el Bitcoin tenía una capitalización de mercado de unos 170 mil millones, la totalidad de las monedas cripto hacían 310 mil millones.
Bitcoin sigue siendo número uno entre las criptodivisas, pero esto es algo que en cualquier momento podría cambiar, otras monedas como Ethereum parecer capaces de arrebatarle el puesto en algún momento.
De algún modo, todas las criptomonedas son algo dependientes del efecto en red del Bitcoin ya que es la primera y más conocida por el público.
De hecho, hasta hace poco toda transacción desde dinero Fiat (euro o dólar) a Altcoins (criptomonedas alternativas) tenían que pasar primero por el Bitcoin, no era posible intercambiar, vender ni comprar otras cirptomonedas directamente.
Esta no es la única causa de la sobrecarga de la blockchain, el motor detrás de Bitcoin.
Así una de las ventajas principales del Bitcoin en el pasado, la de poder hacer transferencias en cuestión de segundos y sin apenas costes, ahora ya no lo es tanto. Actualmente tienes que esperar en parte varios días y pagas grandes comisiones por dar un tratamiento prioritario a tus transacciones urgentes.
Hoy por hoy al menos ya es posible comprar Ethereum y en parte también otras criptomonedas directamente. Sin duda puede ser una gran alternativa a Bitcoin para introducirte rápidamente en el “cripto mercado”.
Sin duda Ethereum se está convirtiendo en una moneda incluso más importante que Bitcoin, ya que en su papel de “lenguaje de programación decentralizado” con sus smart contracts aporta más valor que Bitcoin en lo que a su papel como divisa se reifere.
Ethereum se ha convertido en una gran oportunidad de inversión de la que hablaremos más a fondo en otra parte del artículo.
Sin embargo, solo hablaremos del futuro de Bitcoin y sus problemas estructurales marginalmente (véase más abajo). Así como estoy convencido de que la criptomoneda es el futuro, soy muy escéptico con el Bitcoin, al menos en estos momentos.
Ya sólo guardo algunos restos de Bitcoin y no compro más (aunque sigo ofreciendo la opción de pagar las consultas en esta y otras criptomonedas).
A pesar de que Bitcoin se ha multiplicado por diez en pocos meses (y luego vuelta a bajar a gran velocidad), con otras monedas Altcoin es posible saltos mucho mayores.
En círculos de la criptomoneda se habla ya del flippening. Cada vez son más los que ponen la supremacía del Bitcoin en duda y piensan que esta está a punto de terminar, esperan una toma de control por parte de Ethereum o quizás incluso Bitcoin Cash.
Por supuesto, ambas monedas podrían coexistir en paz, ya que cada una cumple una función diferente.
Bitcoin es una divisa decentralizada, no inflacionaria (aunque habrá que tener en cuenta los próximos hardforks o cambios radicales en el protocolo, de los que hablamos más adelante).
Esto es algo que no se puede decir del Ethereum. En este caso el equipo que la desarrolla ha tomado el control centralizado desde el DAO-Hardfork (de ahí que la moneda se dividiera en dos: Ethereum y Ethereum Classic) y constantemente se minan nuevos ETH.
Con todo, esto no es más que una foto del momento. En el mundo de la criptomoneda los cambios se suceden a un ritmo trepidante. Es muy posible que en el momento en que estés leyendo este artículo todo haya cambiado, que hayan aparecido nuevas monedas y otras se hayan quedado atrás. Esto es lo bonito del mercado libre de las criptodivisas, la inversión es a la vez emocionante y lucrativa.
Sobre las bolsas de intercambio, monederos online y offline
Antes de meternos a hablar de la inversión con criptomoneda es importante familiarizarse con la mejor manera de guardar la criptomoneda de forma segura, dado que este es uno de los aspectos en el que muchos principiantes cometen graves errores.
Puedes optar por guardar tu dinero en la nube, en bolsas de intercambio y carteras digitales (wallets), o puedes guardarlo offline, usando hardware para tu cartera (un aparato físico).
En general, se recomienda guardar la criptomoneda offline. Esto es, guardarla de forma segura y sin conexión a internet. Aunque, por supuesto, cuando quieras comerciar con ellos, transferirlos o recibirlos tendrás que conectarte.
Si lo haces así, no podrán hackearte y, si has tomado las medidas necesarias y sabes cómo restaurarlos (con una copia de seguridad), podrás seguir accediendo a ellos aunque el hardware se estropee.
Son muchos los Bitcoin que han desaparecido en el Nirvana digital porque sus dueños no recordaban la Llave Privada o la regla mnemotécnica que necesitaban para su recuperación.
Dado que, por razones de seguridad, no es aconsejable guardar en la nube ni en ningún dispositivo con acceso a la red la clave privada, las reglas mnemotécnicas se han convertido en el estándar en el mundo de la criptomoneda.
Tienes que memorizar 12 palabras diferentes y sin conexión alguna en el orden correcto. Se recomienda tomar pluma y papel y crear un paper wallet, es decir, anotar en papel la clave y hacer desaparecer cualquier rastro digital. Por supuesto hay que guardar el papel en un lugar seguro.
Los más “duros” prescinden incluso de esto y confían la clave a su memoria.
En principio no hay límites a la creatividad a la hora de almacenar tu criptomoneda. De hecho existe en el mercado hardware innovador como Trezor o Ledger, que permite guardar offline tu criptomoneda.
También podrías guardar tu criptomoneda en un pendrive (memoria USB) y enterrarla en el jardín o implantarte un chip bajo la piel. Por supuesto, no son muchos los que llegan a esto, lo que podría ser la versión moderna de guardar tus ahorros en forma de muelas de oro.
A menudo, sin mucha conciencia del riesgo, se opta por guardar el grueso de las existencias en bolsas y carteras en línea. Esto es muy cómodo y tiene la ventaja de que no tienes que recordar nada.
Incluso si olvidas tu contraseña, todavía tienes alguien que puede darte acceso a tu cuenta. Al menos si has verificado tu identidad.
Aunque la verificación tiene la ventaja de que te permite volver a acceder a tu criptomoneda en caso de pérdida de la clave, destruye cualquier intento de anonimato.
La ventaja de la criptomoneda no sólo radica en su carácter descentralizado, sino también en lo anónimo o al menos seudónimo.
Las transacciones de Bitcoin aparecen públicamente en la blockchain (cadena de bloques) y pueden ser rastreadas por cualquiera.
Actualmente existe software especializado capaz de analizar y evaluar la blockchain y, aunque es verdad que nadie puede vincular los números que allí aparecen a las personas detrás, tan pronto como se asocie una clave pública en cualquier plataforma en línea a una identidad verificada, la persona detrás quedará expuesta.
Por otro lado, a diferencia de lo que ocurre con las carteras offline, las bolsas y demás plataformas en línea pueden estar sujetas a regulaciones, ser manipuladas o incluso prohibidas en cualquier momento.
También puede ocurrir que los operadores decidan llevarse toda la criptomoneda allí alojada, algo que ha ocurrido ya en varias ocasiones.
O las grandes sumas de dinero en dichas bolsas pueden atraer a hackers que en algún momento consigan robar algunas o todas las criptomonedas. El portal japonés MtGox es probablemente el ejemplo más conocido de esto.
En la actualidad los ataques con éxito se han hecho mucho menos comunes, los mecanismos de seguridad son mucho mejores.
Sin duda es esencial que para tus carteras en línea utilices la autenticación de dos factores, por muy incómodo que te pueda parecer. Es preferible perder un poco de tiempo cada vez que ingresas en tu cuenta o realizas una transacción a perder todo tu dinero de un golpe.
Según la plataforma que sea y la opción elegida te enviarán un correo electrónico o SMS de confirmación. En algunos casos utilizan apps como Authy o alguna app propia. De esta manera, al menos cuentas con una protección adicional para tu dinero.
Sea como sea, tienes que poder confiar plenamente en la gente detrás del servicio que estás usando, ya que ellos sí tienen total acceso a tu cuenta.
Si no haces trading a diario deberías desconectar de internet al menos una parte de tu dinero en cripto. La criptomoneda gana (o pierde) en valor tanto si está conectada a la nube como si no.
Los bancos y bolsas de intercambio sin duda son más prácticos, pero si quieres mantener tu criptomoneda segura y anónima lo mejor es guardarla en tu propio hardware y tener algún tipo de copia de seguridad.
Anonimizando con el Bitcoin Mixer
La pseudo anonimidad del Bitcoin puede entenderse como ventaja o desventaja. Si fuera una divisa totalmente anónima sin duda no se hubiera podido adaptar al mercado de la forma que lo ha hecho, tampoco hubiera conseguido la aceptación que necesitaba por parte de los mecanismos de regulación.
No te quepa duda de que si usas el servicio de cartera online sin más, no será muy difícil sacarte del anonimato.
Para mantener tu privacidad tienes varias opciones.
Mientras no intentes cambiar la criptomoneda podrás comerciar sin verificar tu cuenta en la mayor parte de las bolsas. Únicamente cuando cambies a dinero fíat o en el momento de su desembolso tendrás que verificar tu identidad.
Puedes transferir y convertir tus Bitcoins en criptomoneda más anónima, tales como Darkcoin, Monero o Dash, y luego volver a convertirlo en Bitcoin. Eso sí, has de tener en cuenta que podrías tener que pagar tasas de cambio según la bolsa en la que estés.
Si solo usas Bitcoin, puedes tratar de ocultar algo los pagos pasando tu Bitcoin desde tus carteras online verificadas a varias carpetas offline antes de que el pago alcance al destinatario final. Eso sí, parece ser que incluso en este caso se puede rastrear la transacción por medio de software especializado.
Otra buena opción es el Bitcoin Mixer (también llamado tumbler o mezclador). Estos servicios mueven y mezclan los Bitcoin de diferentes usuarios de forma decentralizada.
Sin duda es importante tener en cuenta si los proveedores a los que se envía la criptomoneda.
Aquí tienes algunos proveedores que posiblemente merezcan nuestra confianza:
Criptomoneda e impuestos, evita quedarte en la zona gris
Lo hablado hasta el momento sobre monederos electrónicos online y offline, además de también la anonimidad en operaciones con criptomoneda también desempeñan una función importante en cuanto al trato que se le da a la criptomoneda a efectos fiscales.
Por desgracia, es difícil encontrar respuestas claras en lo que corresponde a la fiscalidad del Bitcoin y la criptomoneda en general. Peor todavía que el caso de los reguladores financieros, las autoridades fiscales y Haciendas están todavía a años luz de entender el fenómeno Bitcoin.
Son pocos los funcionarios de Hacienda que han oído hablar del Bitcoin, menos todavía de otros tipos de criptomonedas. De hecho, solo unos pocos países del mundo han definido ya un estatus fiscal claro para la criptomoneda.
Así, uno de los objetivos principales del criptoempresario o cryptotrader debería ser trasladarse a países una legislación más clara al respecto. Mejor todavía si además se trata de un país con pocos impuestos, en el que no tributen los dividendos venidos del extranjero. De esta forma podría montar su empresa en un país posicionado claramente a favor de la criptomoneda (véase más adelante).
En Alemania, por ejemplo, el Bitcoin con un periodo de tenencia superior a 1 año no tributan. Las ventas en este plazo no están sujetas a retención fiscal, pero se añaden al impuesto sobre la renta como una transacción de venta privada.
El Bitcoin en sí está exento del IVA en el momento de su compra o venta pero, por supuesto, se debe pagar IVA si se pagan servicios o productos con criptomoneda. Igualmente hay que declarar y pagar el impuesto sobre la renta a fin del año sobre los beneficios obtenidos, tanto si es por comercio, en forma de comisiones, por ingresos de minería o parecidos.
Una cosa que muchos ignoran: tan pronto como se presten Bitcoins, en el contexto de los programas de inversión de alto rendimiento (HYIP) o esquemas Ponzi, por ejemplo, los beneficios no están exentos de impuestos en Alemania hasta pasados los 10 años.
Debido a lo (relativamente) poco conocido de la criptomoneda y al buen grado de anonimidad, muchos se decantan por mantener un perfil bajo.
Después de todo, llevar la contabilidad en orden sobre las ganancias en criptomoneda (haciendo continuamente la conversión a euros), no es cosa sencilla, sobre todo si tenemos en cuenta que todavía no existen programas que hagan esto por ti (quien sabe, quizás esto sea una oportunidad de negocio para algún programador).
Sea como sea, se debe evitar mantener las transacciones con Bitcoin en secreto. Las Autoridades financieras del Mundo poco a poco avanzan, se están preparando y contratando a expertos para vigilar la blockchain.
De hecho ya existe el software necesario para poder hacerlo y aunque sigues teniendo la opción usar el Bitcoin de forma anónima, al final es un juego arriesgado en el que, a la larga y al igual que ocurre con los beneficios de empresas y particulares ocultos en paraísos fiscales, tienes las de perder.
No hay duda de que la falta de un marco legal claro es un gran problema para inversores y comerciantes en criptomoneda que cada vez están más dispuestos a trasladarse a países en los que la criptomoneda ya cuenta con una regulación fiscal y legal clara o donde el sistema tiene leyes que con mayor probabilidad dejen las operaciones con criptomoneda exentas de impuestos.
Así, el aumento de capital privado por beneficios en la venta de criptomoneda está libre de impuestos en Dinamarca. Eso sí, tan pronto como se dé algún tipo de transacción comercial, estará sujeta a impuestos sobre la renta normales.
Este problema ya lo conocemos del trading con dinero Fiat en países como Malta e Irlanda. En estos países non-dom los ingresos provenientes del extranjero están exentos de impuestos siempre que no se introduzcan al país de residencia.
Eso sí, quien crea que estos países son buenos para comerciar o invertir en criptomoneda, tiene que mirárselo más a fondo.
Los empresarios que invierten con dinero Fiat han de tributar por sus beneficios como si se tratase de renta local, ya que según las autoridades fiscales, se trata de una actividad que se desarrolla de forma locales.
En los países non-dom solo quedan libres de impuestos los beneficios en bolsa ocasionales que consiguen los inversores a nivel privado. En Suiza nos encontramos con una situación similar.
A pesar de todo, podría tener sentido trasladar la residencia a un país como Malta. La criptomoneda allí todavía no está regulada, pero el primer ministro maltés, Muscat, ha mencionado ya de forma positiva el Bitcoin y quiere convertir su país en el centro del “negocio cripto” en el Mediterráneo.
Llegados a este punto, lo más inteligente es sin duda seguir el desarrollo de Malta de cerca.
También Holanda puede ser una opción interesante. Allí mientras no se considere actividad profesional, solo pagarás un 1,2% de impuestos sobre los beneficios con Bitcoin y demás criptomoneda.
En general, puede ser una opción mantener la residencia fiscal en países donde el marco legal para las criptomonedas aún está abierto, es decir, en los que no exista una legislación clara.
Especialmente en aquellos países con una actitud más abierta hacia la criptomoneda, ya que es probable que se decanten por ofrecer unas condiciones ventajosas para los beneficios en este campo.
En este sentido, tenemos en Europa principalmente Malta, la República Checa, Lituania, Suiza e Inglaterra.
Si lo que quieres es permanecer libre de impuestos en tus negocios con criptomoneda y 100% legal, la mejor opción en la UE es probablemente trasladar tu residencia a Chipre.
Los beneficios en bolsa siempre están libres de impuestos en Chipre y tampoco se pagan impuestos sobre los dividendos. Lo mejor es aprovechar el programa Easy-Non-Dom en Chipre y montar una sociedad offshore en algún país con una legislación ventajosa en cuanto a la criptomoneda.
De esta forma tendrás que pagar algo en seguridad social (16,8% sobre tu renta con un mínimo de unos cien euros al mes), pero no pagarás impuestos sobre dividendos ni ningún tipo de ingresos desde el extranjero.
Solo tendrás que pasar 2 meses al año en Chipre para poder mantener tu residencia fiscal allí, también tendrás que alquilar una vivienda durante todo el año.
Si queremos buscar opciones más allá de la Unión Europea, en principio nos puede valer cualquier país sin impuestos directos o con tributación territorial.
A parte de los típicos microestados europeos y las islas del Caribe, también los Emiratos Árabes pueden resultar una opción muy interesante.
En los Emiratos puedes conseguir un visado de residencia constituyendo una sociedad en la zona de libre comercio por alrededor de 18,000 €. Es más, ni siquiera necesitarías usar la empresa: los Bitcoins permanecen libres de impuestos tanto a nivel particular como comercial.
Y esto no es todo, hay muchos países con tributación territorial entre los que elegir, Estados en los que los ingresos en el extranjero generalmente permanecen libres de impuestos. En este grupo tenemos por ejemplo Georgia, Panamá, Paraguay, Tailandia, las Filipinas o Costa Rica.
También pueden ser interesantes los países en los que el aumento de capital por beneficios en bolsa no tributa. Estos incluyen Nueva Zelanda y las Islas Mauricio.
El Bitcoin se reconoce actualmente como moneda de curso legal en Japón, por ejemplo. Eso sí, tampoco tengo claro que el que el Bitcoin o cualquier otra criptodivisa se convierta en moneda de curso legal sea deseable.
Otros países asiáticos, como Hong Kong y Singapur, están en proceso de proporcionar un marco legal para la criptomoneda.
También nos encontramos con otros países que pueden ser realmente interesantes, aunque no necesariamente como residencia, sino como sede de la empresa.
Actualmente muchas ICOs trabajan desde Gibraltar o la Isla de Man, dos territorios autónomos pertenecientes a Reino Unido que ofrecen grandes ventajas a empresas en el sector de la criptomoneda, perfectas para crear estructuras societarias libres de impuestos.
Belice es otra opción mucho más económica para constituir una sociedad en el sector de la criptomoneda. Allí es incluso posible seleccionar la criptomoneda como categoría de actividad para tu empresa.
Si vives en un país en el que tendrías que pagar impuestos, pero que no contempla CFC rules ni ningún tipo de limitación para administrar sociedades extranjeras, una buena opción podría ser constituir tu empresa en Hong-Kong o Belice.
Al final, es importante no perder de vista el aspecto legal y tributario de los Bitcoins. No son muchos los países en los que el tratamiento fiscal de la criptomoneda está claramente regulado. Es de esperar que a la larga, la criptomoneda esté sujeta a reglas igual o más estrictas que las existentes para el dinero Fiat.
Debido al alto margen de beneficio, no es improbable que nos acabemos encontrando con un gravamen incluso mayor que el de los beneficios en Bolsa, quizás incluso por encima del 50%.
Sin duda, lo mejor que puedes hacer es actuar conforme a las reglas de la teoría de las banderas: piensa de forma internacional, busca seguridad y mayor beneficio.
Fiscalidad del Bitcoin y la criptomoneda en España
Como era de esperar, en España el Bitcoin y la criptomoneda tampoco tienen un marco legal claro. De hecho ante la falta de respuestas claras o medio claras desde la Agencia Tributaria, son muchos los que han optado por esconderse lo cual puede ser a la larga un problema.
También en España se diferencia entre el uso de la criptomoneda como forma de inversión y como forma de pago.
Si se usa como medio de pago se debe añadir IVA en las transacciones, no se aplica IVA a la transmisión de la moneda.
Si se usa la criptomoneda como forma de inversión el resultado se tiene que tener en cuenta en la declaración sobre la renta anual y, por supuesto, hay que pagar impuestos, entre un 19 y un 23% según la ganancia patrimonial.
En caso de que te dediques a la minería o comercies de forma profesional con Bitcoin y compañía, en principio tienes que dar de alta tu actividad.
Hasta aquí todo claro, pero, por supuesto, en el detalle está el problema.
La venta de Bitcoin o cualquier otra critpomoneda es una ganancia o pérdida patrimonial que se obtiene de la diferencia entre el valor de adquisición y de venta. Se usa el método FIFO (first in first out) para calcular el beneficio obtenido. En España hay que calcular la diferencia siempre en euros.
En principio, aunque mantengas el dinero en criptomoneda, tendrías que tributar por el aumento patrimonial al intercambiar entre diferentes criptomonedas ya que según la ley, tan pronto como haya una alteración de la composición y valoración del patrimonio tienes que declararlo y pagar impuestos.
Eso sí, hay quien interpreta que mientras sigas manteniendo tu dinero en criptomoneda, aunque compres y vendas diferentes tipos no tendrás que declarar nada hasta que lo conviertas en moneda Fiat. Sin embargo esto no está claro, de hecho es probable que la Agencia Tributaria no lo vea así.
En cuanto a las pérdidas con criptomoneda, sí está claro que puedes compensarlas con otras ganancias patrimoniales que hayas tenido el mismo año, no importa el tipo que sean. También puedes compensar durante los cuatro años siguientes, del mismo modo que ocurre con las pérdidas en bolsa.
Luego está el tema del formulario 720 de bienes en el extranjero. En principio el dinero en cripto no tiene por qué considerarse como activo en el extranjero, sin embargo está por ver cómo se decide al respecto.
Y ya por último, los resguardos. Si quieres evitar tener problemas por blanqueo de dinero y parecidos, tienes que guardar resguardos de todas tus transacciones de forma que puedas justificar tu aumento de capital.
Otro ejemplo: fiscalidad de la criptomoneda en Portugal
En Portugal la criptomoneda no es considerada legalmente moneda. Sin embargo sí se tiene en cuenta que puede obtenerse beneficios que sí estarían sujetos a impuestos, entre ellos:
Ganancias obtenidas por la compra-venta de criptomoneda y el cambio a dinero Fiat (lo que llaman “moneda real”)
Comisiones obtenidas por la prestación de servicios relacionados con la obtención de criptomoneda o tenencia de criptomoneda.
Beneficios obtenidos por la venta de productos o servicios pagados con criptomoneda.
Los ingresos generados por la compra-venta de criptomoneda (el primero de los tres casos) se clasifican allí en tres tipos:
Incremento patrimonial, categoría G (plusvalías)
Rendimiento de capital, categoría E
Rendimientos empresariales o profesionales, categoría B